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martes, 26 de julio de 2011

Grecia al borde de la quiebra (I).


Papandreu, Van Rumpy, presidente del Consejo Europeo y Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. 

Mi visión pesimista sobre la situación que vivimos -la optimista vendrá más tarde-.

No nos dejemos engañar. Hace un par de días la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional tomó una importante decisión que todo el mundo ha recibido aquí con bastante optimismo. Un Plan Marshall a la griega, dicen. Una dulce bancarrota.

A priori, las medidas parecen buenas, dentro de lo malo que es el quedarse hipotecado hasta dentro de 30 años, si todo va bien. Además, los intereses de la deuda, que eran exagerados, se han reducido. 30 milloncejos que se ahorrará pagar Atenas. 

Añado la resolución que extraigo de El País.com. Me ciño sólo en lo referente a Grecia.

Los acuerdos europeos

- Nuevo rescate de Grecia. Los países del Eurogrupo acuerdan aportar a Grecia 109.000 millones de financiación a plazos largos y tipos bajos para facilitar la sostenibilidad de la deuda griega y piden al FMI que contribuya a este segundo rescate.

- Más plazo y menos intereses. El Eurogrupo ha decidido extender de 7,5 a un mínimo de 15 años y hasta un tope de 30 años con un periodo de carencia de 10 años el vencimiento de los préstamos del fondo de rescate a Grecia y bajar los intereses hasta el entorno el 3,5%, desde más del 5% (sin bajar nunca del propio coste de financiación del fondo). Irlanda y Portugal también se beneficiarán de mejores condiciones de plazos y vencimientos como las de Grecia.

- Un "plan Marshall" europeo. La UE facilitará a Grecia fondos estructurales para favorecer el crecimiento y la competitividad del país en lo que el borrador del comunicado del Eurogrupo denominaba un "plan Marshall" europeo, aunque esta mención desapareció en el comunicado final.

- Aportación privada al rescate. "La gravedad de la situación de Grecia es única en la zona euro" y por ello "requiere una solución excepcional", dice el Eurogrupo para explicar después que el sector financiero ha mostrado su disposición a apoyar a Grecia "de forma voluntaria" a través de un canje de bonos. Ese es el punto más polémico. El plan apunta a que la operación en la práctica no es del todo voluntaria. El Eurogrupo cifra en 37.000 millones la contribución neta del sector privado en financiación entre 2011 a 2014 más un programa de recompra de otros 12.600 millones, que lleva el total a 50.000 millones. La estimación para el periodo 2011-2019 es de 106.000. Eso podría suponer la declaración de "impago parcial o selectivo" por parte de las agencias de calificación, pero los Gobiernos europeos confían en que esa situación dure unos días hasta que se ejecute el canje y además los bonos griegos se seguirán admitiendo ante el BCE.


“Ahora mismo nosotros no gobernamos, sólo cumplimos órdenes”. (Evánguelos Venizelos, Ministro de Economía)

Un pequeño apunte. No sé si con el anterior Ministro de Economía, Giorgos Papakonstantinou, esto hubiera sido posible. La verdad es que el pobre se comió el marrón que le había dejado el gobierno anterior de Nueva Democracia, pero sólo se dedicó echar balones fuera y a no solucionar nada. El nuevo ministro, Evánguelos Venizelos, parece tener las cosas más claras. Cuando fue nombrado me dijeron varias personas que “con éste la cosa mejorará”. ¿Casualidad o aptitud? ¿Mérito suyo, del presidente o de nadie? Venizelos no estaba en el gobierno porque había sido el rival de Papandreu en las primarias del partido. Se dice que no se llevaban bien por ese motivo. Finalmente, el primer ministro parece haberse “bajado del burro” y la cosa ha funcionado. Todo esto lo digo con todas las reservas, porque hasta ahora el gobierno del PASOK ha demostrado no saber manejar la situación. Ha sido un completo desastre, las cosas como son. Seamos prudentes, por tanto.

Evánguelos Venizelos, nuevos Ministro de Economía.

Los periodistas y los políticos, que en principio parecían aliviados, ya han empezado a hacer llamadas a la calma. Y es que en realidad, nada ha cambiado. Dentro de 30 años los políticos que hay ahora no estarán -gracias a Dios-, así que serán otros los que se comerán el marrón. 

Los que gobiernan este país han demostrado sobradamente a lo largo de estos años que son incapaces de gobernar a un pueblo cada vez más quemado y harto de la clase dirigente. Me produce tristeza ver en la televisión que agreden a los ministros cuando van a comer a un restaurante con unos amigos o cuando les tiran huevos o yogures en plena calle. Lo peor, sin embargo, es ver que la gente de a pie aplaude estas actitudes y las justifica. No es de recibo.

El vicepresidente Thodoros Pángalos agredido.

Digamos que la resolución es la misma que la de los bancos cuando ven que sus clientes hipotecados no llegan a final de mes. El miedo a quedarse sin cobrar la hipoteca les hace tomar medidas para evitar embargar pisos y tenerlos vacíos. Aumentamos los años de la hipoteca y bajamos la mensualidad hasta que el cliente mejore su situación financiera.

Se acordó también la entrada de empresas privadas en el mercado griego. El capital privado debe servir de gran ayuda y, si todo va bien, aumentará en unos años.

Las medidas han supuesto un pequeño respiro para el gobierno y para la denostada economía del país. Pero como digo, seguimos en la UVI. Sólo hay que salir a la calle o vivir el día a día de la gente para ver que la cosa no mejora. Que no nos engañen.

Dominique Strauss-Kahn, ex presidente del FMI, que tuvo que dimitir por estar involucrado en un escándalo sexual. Lo que faltaba "pal duro".

Para un gobierno y un presidente, recibir quejas entra dentro del sueldo, pero ser el blanco de los lanzadores de huevos, no. No me gustaría estar en el pellejo del presidente Papandreu, que se ha visto obligado a tomar unas medidas que van a suponer que el estado se empobrezca cada día más. Una lenta agonía. La gente, cansada y cada día más ahogada, toma las calles y protesta a saco. 


Pase lo que pase y se vote lo que se vote en el parlamento, habrá jaleo. Cualquier solución es mala para los ciudadanos. O se recortan sueldos y derechos, cosa que a nadie gusta, o nos empobrecemos. Sólo hay una calle y da a la bancarrota. La cuestión es que la llegada a la misma debe hacerse con tranquilidad y suavizando las posibles consecuencias. Debemos avanzarnos al crack definitivo para minimizar los destrozos. A Francia y a Alemania no les interesa que nos hundamos porque se quedarán sin cobrar lo que les debemos, que es mucho. 

¿Cómo es posible que un país tan pequeño tenga tantísimos problemas? La globalización, la Unión Europea y la moneda única han hecho que la crisis griega afecte incluso a la economía americana. Somos el centro del mundo, pero para lo malo.   


Grecia es un país de la Unión Europea porque unos papeles lo dicen. Ni las infraestructuras, ni el funcionamiento de las empresas, ni los sueldos, ni la administración, ni las ciudades, ni la mentalidad son europeas.

La crisis que estamos viviendo -en Grecia y en parte de Europa- nace cuando hay gente que se da cuenta que sin trabajar se puede ganar dinero. Trabajando toda la vida, nunca conseguirás hacerte rico. Cada vez hay más gente que vive de rentas. ¿Pero para qué trabajar si puedo cobrar sin hacerlo? ¿Para qué si el estado lo permite? ¿Por qué no voy a hacerlo yo si lo hace el vecino? Ahí creo que está el quid de la cuestión. Cobro mi pensión del estado o mi sueldo de funcionario, pero no doy un palo al agua. Cobro paro aunque haya ofertas de trabajo interesantes. Me dedico a hacer chapuzas cobrando en negro, pero sigo cobrando la ayuda del estado. ¿Se puede vivir sin trabajar? Posiblemente este sea el mayor problema del sistema capitalista: gente llenándose los bolsillos sin trabajar nada y empleados que por muchas horas que echan, no llegan a fin de mes. 

El sueldo lo suelen pagar en mano y muchas veces cada quince días. Los contratos suelen ser a tiempo parcial, renovables o no, según cada circunstancia. ¿Qué planes pueden hacer las parejas jóvenes si no saben si tendrán trabajo el año que viene? Ahora, con el final de la temporada televisiva, muchos presentadores no saben si seguirán el año que viene. Cada verano firman un nuevo contrato. Y lo peor es que son los propios trabajadores de la tele los que lo piden, para intentar siempre negociar al alza sus salarios. Pero tal como está la cosa, no sé yo.

Jean-Claude Trichet, Presidente del Banco Central Europeo, al borde del colapso.

Las colas en los bancos son desesperantes, así como las que se forman en correos. Tener que hacer cola de 20 minutos para comprar un sello es del siglo XIX. El problema es que en la oficina se puede hacer de todo, desde para facturas a cobrar la pensión. La cantidad de abuelos que entran allí con el objetivo de recibir unos pocos euros es muy numerosa. La prensa los tiene completamente acojonados. A veces acuden al banco o a correos porqué han oído que las pensiones van a bajar y simplemente van a preguntar. A final de mes no se puede ir al banco. Las colas llegan a la calle. La gente mayor saca su dinero del banco inmediatamente, porque no se fía. Se ven salir de allí muchos abuelos con grandes -o no tan grandes- fajos de billetes, satisfechos y contentos.


Parte del problema está en que en un par de generaciones se han producido tantos cambios que la sociedad no ha sido capaz de asimilar. Los españoles podemos dar fe porque más o menos venimos de lo mismo. Nuestros abuelos iban con las cartas de racionamiento, nuestros padres vivieron el fin de una época dictatorial y nosotros la globalización. 

Los griegos sufrieron las matanzas de los nazis y la dura posguerra. La generación posterior, que es la que nos gobierna, es la que fue castigada por la dictadura militar. Muchos no compartirán la siguiente afirmación, pero: de la dictadura militar para acá, un desastre. Y ahí probablemente encontremos la diferencia con España, que fue progresando lentamente a pesar de las dificultades. En Grecia se instauró una curiosa forma de gobierno llamada “corrupción“. 

Ahora resulta que todo el mundo luchó contra la dictadura franquista -en España- y contra los militares -en Grecia-. Sólo les falta decir que estaban en la Universidad Politécnica cuando entraron los tanques e hicieron el estropicio. 

Panagiotis Psomiadis, político de Nueva Democracia, agredido.

La imagen más repetida.

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